Las alternativas lácteas, que se obtienen a partir de legumbres, cereales, frutos, semillas y granos, ganan lugar en las góndolas y demuestran un gran potencial de mercado. ¿Pero cómo asegurarse de crear un producto que cumpla con las demandas de los consumidores y que elijan comprar una y otra vez?
Si hasta hace unos años los lácteos alternativos ocupaban unos pocos estantes en las tiendas, hoy vemos una explosión de propuestas. Desde quesos hasta helados, pasando por yogures y leches, cada día aparecen nuevas opciones plant based y esto es una gran noticia para todos aquellos consumidores que, ya sea por cuestiones de salud o por cambios en sus hábitos alimenticios, eligen no consumir lácteos de origen animal. La pandemia también le dio un envión a esta tendencia. De hecho, en 2020, hubo un aumento del 476% en las ventas de leche de avena, impulsado por la estabilidad en su almacenamiento1.
Ahora, navegar en la complejidad del panorama de los lácteos alternativos resulta todo un desafío: ¿cómo saber qué esperan los consumidores? ¿Cuáles son sus preferencias? ¿cómo lanzar productos que los consumidores quieran comprar? A medida que las propuestas de lácteos de origen vegetal se multiplican en las diferentes categorías, conocer los drivers de compra se vuelve fundamental.
He aquí, entonces, la primera clave: las expectativas de los consumidores varían según la ocasión y los ingredientes, pero hay dos constantes que se observan. Por un lado, los desean encontrar el sabor y el perfil nutricional de los lácteos en las propuestas alternativas. Por otro, quieren experimentar toda la nobleza y naturalidad de los ingredientes de origen vegetal.
Entonces, a hora de desarrollar propuestas,
ten en cuenta estos dos factores:

La creciente innovación en este grupo de productos permite cumplir con las demandas nutricionales de los consumidores. Asimismo, los lácteos alternativos son alimentos funcionales, es decir, poseen un efecto potencialmente positivo en la salud más allá de la nutrición básica. La avena, por ejemplo, contiene fibra soluble que puede disminuir el colesterol.
La variedad de sabores, de colores, así como de texturas y sensaciones en boca están entre los grandes diferenciales de los lácteos de origen vegetal. A partir de una adecuada selección de ingredientes, se pueden ofrecer muchas opciones que estén presentes en las distintas experiencias que buscan las personas en cada una de sus comidas.
Sabemos que el sabor, la sensación en boca y la nutrición siguen siendo un reto para la adopción de productos lácteos de origen vegetal y para que los consumidores vuelvan a comprar un determinado producto. Pero con estas cuestiones en mente, lo cierto es que las marcas tienen por delante una gran oportunidad de acercarles opciones innovadoras. Las personas no solo quieren alimentarse mejor y cuidar el planeta, sino que también demandan mayor información sobre los nuevos productos e incluso recetas que les permitan incluirlos de forma más armónica a sus vidas. Porque no solo se trata de ser saludables: los alimentos de origen vegetal brindan experiencias deliciosas de manera completamente novedosa. Gracias a la tecnología, las proteínas vegetales pueden ser presentadas de infinidad de formas a los consumidores, desde bebidas, productos fermentados y postres.
Y la gran innovación está en los sabores y texturas que se logran combinando notas e ingredientes. Solo hace falta conocer y saber responder a lo que reclaman hoy los exigentes paladares de los consumidores.
Fuente:
1. Datos Internos de Givaudan